de El Dorado, o "Lo Dorado", esta vez con herramientas de nuestros días. Nada tiene de heroica la expedición que consiste simplemente en localizar en un mapa digital de la ciudad los lugares que llevan ese nombre, proseguir el trayecto indicado y fotografiarlos a plena luz: visualizarlos. El Dorado en este caso no es un solo lugar, es plural y excéntrico, concreto, humilde. La riqueza que evoca su nombre en los diversos escenarios que vemos en las fotos –salas de fiesta, merenderos, restaurantes–, reside en sus virtudes para convocar, reunir y celebrar.
En 2020, Colomer vive en Chile varias semanas durante el confinamiento provocado por el covid19, donde continúa trabajando sobre el uso del color y su percepción más allá de lo óptico. Las imágenes que componen Celeste Payne / No Pare (2020) muestran un espacio completamente dispar al de la urbe mexicana y nos trasladan a una carretera en construcción colindante a la casa donde el artista se aloja.
Al igual que en Ciudad de México, las cartulinas fueron adquiridas en el comercio más próximo, pero en cambio aquí ofrecen una carta cromática distinta, un singular "Standard Chile". En este caso la interacción se llevó a cabo con las señales de tráfico que están dominadas por el color naranja. El soporte de los colores ahora deberá ser un cuerpo, lógicamente el de la persona que habita la casa mas próxima, el "tío Juan", que deviene así, mediante el color, una autoridad quizás burlesca que domina el espacio.
A los naranjas con los que se camufla, gracias a su vestido de papel, se le añade un azul celeste de difícil descodificación para los automovilistas que transitan ese lugar. En lengua mapudungún Payne significa celeste.
Una estrategia similar siguen las obras realizadas ya de vuelta en Barcelona. En RED RPC (2021) volvemos a encontrarnos con el artista, esta vez estático y firme, en una pose que alude a la formación militar, en actitud disciplinada. Aquí el papel rojo no solo se ha convertido en el vestido que cubre el cuerpo del personaje central, sino que se ha trocado en bandera nacional y mástil; todo en uno. El escenario está compuesto por fachadas de naves industriales cerradas, lugares de trabajo en pausa.
De igual modo el video EUROPA! (2021) comienza en una zona industrial donde el personaje*, esta vez en movimiento, adquiere una escala sobrehumana. Su vestido serpenteante, color azul estrellado, evoca a la vez al Mickey Mouse aprendiz de brujo, a un personaje circense o a los gigantes de las fiestas populares, pero su actividad le delata encarnando a la Comunidad Europea. El coloso zancudo vestido de azul peregrina por las calles colocando carteles de los colores de su bandera –azules y amarillos–entre almacenes y esquinas abandonadas. Nadie parece hacerle mucho caso. Deambula entre coches
y arquitecturas que evidencian su altura desproporcionada, saludando a los transeúntes, compartiendo un cigarrillo, entre el entusiasmo y la desilusión de saberse ignorado. Al final del recorrido le encontramos jugando a la pelota con un grupo de niños vestidos de blanco, bajo un espléndido sol
de domingo.
Finalmente, se incluyen dos fotografías del proyecto Alfabet: Alfabet (X) y Alfabet (doble X) (2021) nos transportan a los molinos de la Mancha. Estas dos imágenes anuncian el primer capítulo de un proyecto más amplio donde Colomer desarrollará una nueva investigación alrededor de la arquitectura ligada a la ficción. Los molinos, la tipografía y el personaje que componen la escena nos remiten al blanco, el no color compuesto de todos los colores. Estos tres elementos dibujan a su vez la letra "X" que actúa como una nota a pie de página. La "X" refiere a un fuera de campo indefinido, una incógnita: los brazos del gigante que reflejan como en un espejo infinito las aspas del molino, el cuerpo de la mujer, la letra "X", y así sucesivamente x veces.
*Europa está interpretado por el actor Guillem Barbosa.